La tecnología wearable, es decir, aquellos dispositivos que podemos conectar a nuestro teléfono inteligente para añadir funciones adicionales, está tomando relevancia en el ámbito de la salud, ya que funciona como una herramienta para monitorear nuestros hábitos saludables. Por ejemplo, nos permiten conocer, mediante el número de pasos, la cantidad de actividad física que realizamos durante un día; saber con qué intensidad hicimos ejercicio; la cantidad de calorías que logramos quemar, e incluso medir nuestro ritmo cardiaco, la presión arterial y la oxigenación.

Este tipo de aparatos, si se vinculan con los sistemas de gestión de la identidad digital que ya se utilizan en hospitales y otras unidades de atención médica, pueden representar una ventaja para un seguimiento puntual y óptimo de los pacientes.

¿Qué son los wearables?

Son dispositivos electrónicos cuya principal característica es que pueden ser portados como accesorio o en la ropa. Se trata de relojes inteligentes, pulseras, gafas o chips con sensores que están integrados en camisetas, sudaderas o cualquier otra prenda. Incluso existen auxiliares auditivos y bastones para débiles visuales equipados con esta tecnología.

Los wearables funcionan con diversas herramientas tecnológicas como sensores, sistemas de ubicación satelital, algoritmos, inteligencia artificial y hasta el uso de datos biométricos, para que, conectados a alguna aplicación, permitan facilitar la vida a personas con discapacidad o simplemente monitorear sus hábitos saludables, entre otra información.

¿Cómo podría contribuir esta tecnología a la salud?

¿Qué pasaría si este tipo de herramientas se alinearan con sistemas médicos para llevar un control puntual de nuestra salud? Esto sería posible mediante la implementación de soluciones biométricas que permitan un uso adecuado de nuestra información personal y que, además, permita vincularlos con nuestro expediente como paciente.

Imagina: es como si en todo momento tuvieras una enfermera que estuviera monitoreando diversos indicadores que arrojen información útil que será enviada de forma automática a tu expediente de salud, de manera que éste puede ser utilizado para diagnósticos oportunos y tratamientos precisos. Sería un gran avance para los sistemas de salud, ya que permitirían mejorar la atención de los pacientes, haciéndola más ágil, precisa y expedita.

Recientemente, investigadores de la Universidad de Missouri lograron desarrollar un wearable dibujado a la piel con un lápiz de grafito y cuyos trazos pueden ser utilizados como electrodos de detección para monitorear señales biofísicas y bioquímicas del cuerpo, como la frecuencia cardiaca, respiratoria y la temperatura de la piel. Y esto sería apenas un paso de lo que nos depara el futuro en esta materia.

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Tecnologías digitales que ya apoyan a la salud

Algunas instituciones de salud en la actualidad, sobre todo del sector privado, ya han incorporado tecnología biométrica para la gestión de la identidad digital de sus pacientes, mediante la creación de expedientes médicos electrónicos que permiten administrar la información de manera segura y accesible.

Por su parte, Google, el buscador más popular de internet, cuenta con la herramienta Care Studio, creada especialmente para que los profesionales médicos organicen la información clínica de sus pacientes, mediante una navegación amigable por los expedientes electrónicos con una vista única y centralizada.

En tanto, en el sistema de salud pública en México, el expediente clínico electrónico universal es uno de los proyectos tecnológicos que ya está en marcha, con el objetivo de avanzar hacia una atención más eficiente y oportuna de los pacientes mediante el acceso a su información médica desde cualquier unidad de salud para mejorar la atención.

Sin embargo, uno de los grandes retos continúa siendo la seguridad de estos datos personales, que además son de carácter sensible por tratarse de información sobre la salud de las personas. Es ahí donde los sistemas biométricos, como una de las formas más confiables de seguridad, podrían representar una solución para robustecer la confianza.

Beneficio del uso de tecnología en la gestión de la salud

• Mejorar los servicios médicos, mediante la accesibilidad segura de los expedientes electrónicos en cualquier unidad de salud para la atención oportuna de los pacientes.
• Monitorear signos e indicadores de salud vía remota, lo que representa una ventaja para la atención a población vulnerable o que habita en zonas marginadas.
• Realizar diagnósticos oportunos para tratamientos adecuados y de acuerdo con los hábitos de vida y salud de cada paciente.
• Obtener datos epidemiológicos e información estadística sobre enfermedades, para la creación de políticas públicas de prevención.

La utilización cada vez más común de dispositivos interconectados y la apertura a las tecnologías digitales representa una gran ventana de oportunidades no sólo para mejorar la atención médica de la población en general, sino también para integrar a los más desprotegidos. Pero para lograr este objetivo, se debe desarrollar una infraestructura robusta, que garantice la privacidad de los datos y que, a la vez, permita que estén disponibles de manera expedita cuando se requieran.

Para ello, la recomendación es acercarse a empresas especializadas en tecnología biométrica, como Biometría Aplicada, que podrá dar una asesoría experta sobre la creación de identidades digitales seguras de pacientes o colaboradores, con las herramientas adecuadas a las necesidades de cada empresa o institución.