Controla el robo hormiga en tus tiendas con la tecnología del reconocimiento facial
Uno de los grandes dolores de cabeza del comercio minorista son los denominados farderos, es decir, personas que se dedican a perpetrar pequeños robos escondiendo los productos entre sus ropas. Su modus operandi dificulta que se inicie un proceso judicial en su contra, debido al monto de los hurtos, por lo que el 95.5% de los casos no amerita una carpeta de investigación y la tasa de reincidencia de estos delincuentes es muy alta.
Aunque pudiera pensarse que al ser robos tan pequeños no afectan la operación de los negocios, lo cierto es que al sumar la cantidad de incidentes al año, los comercios pueden presentar mermas en los inventarios de hasta 15%, con lo que se originan pérdidas de hasta un 7% del total de sus ventas y una reducción del 23% en su utilidad, de acuerdo con organismos como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
La tecnología tiene la respuesta
Estos datos plantean un panorama desolador para el sector retail en su intento por prevenir estos ilícitos; sin embargo, existe una alternativa tecnológica que los ayudaría a identificar a estas personas y con esta información podrían evitar su ingreso a los puntos de venta o, en caso de que logren entrar, monitorear en tiempo real sus acciones y detenerlos antes de concretar el robo: el reconocimiento facial.
Este sistema biométrico se basa en la medición de los puntos nodales del rostro, como la separación de los ojos o la longitud de la línea de la mandíbula, entre otros, para generar un template de la cara de la persona y que servirá de base para futuras identificaciones. La tecnología detrás del reconocimiento facial está tan avanzada, que hoy no reconoce la presencia física de un usuario frente a una impresión de calidad, una representación digital o algún otro intento de vulneración del sistema.
Esto se hace a través de la denominada prueba de vida, que pude ser activa o pasiva, la cual trabaja en conjunto con el sistema biométrico para medir y analizar las características físicas y las reacciones de la persona con el fin de determinar si se está capturando la muestra a partir de un sujeto vivo que está presente físicamente en el punto de venta o si se está tratando de engañar al sistema con una foto, un video o una máscara.
Asimismo, el avanzado algoritmo puede realizar identificaciones incluso con elementos que pudieran generar distorsiones en la captura como bigotes y barbas, lentes, sombreros, cubrebocas, bufandas y hasta cascos.
Con ello, logra un 99.99% de precisión en la detección de rostros; 99% de precisión en la identificación de la persona; 98% en el conteo de personas que ingresan o salen del recinto; 97% en la precisión de reconocimiento de género; 95% en la estimación de la edad y lo hace en un tiempo de 0.3 segundos.
Casos de éxito
El uso del reconocimiento facial en espacios con un amplio aforo ha sido probado, principalmente, en eventos deportivos, en donde ha demostrado su alta eficiencia al prevenir el ingreso a estadios de personas peligrosas.
Como ejemplo está el Mundial de Rusia 2018, donde en el Estadio Luzhnikí, en conjunto con el Ministerio de Transporte Público de Moscú, se colocaron alrededor de 224 cámaras que controlaron todos los accesos al estadio y las fans zones. Gracias a esto se identificaron a personas que tenían prohibido entrar a estadios por conductas agresivas en el pasado, criminales que se encontraban en listas federales de búsqueda, a un extremista político y 8 ladrones, y se mandaron alertas a la policía para su detención.
En México, Biometría Aplicada es la única empresa que cuenta con esta tecnología probada, por lo que te invitamos a ponerte en contacto con nuestros asesores para conocer más sobre sus beneficios, no sólo en temas de seguridad.