La identidad digital en México
Es una realidad que nuestro país está dando apenas sus primeros pasos en la creación de lo que conocemos como identidades digitales, es decir, aquellas donde los datos biográficos están ligados a datos biométricos, lo cual no sólo sirve para tener una mejor radiografía de una persona real en el mundo digital, sino además para proteger dicha información, ya que sólo se puede tener acceso a ella si el dueño de los datos proporciona sus biometrías para desbloquearla.
La situación es alarmante ya que hoy nuestros datos biográficos se pueden obtenerse con facilidad en la Internet y ni siquiera hablamos de acudir a la deep web. Un ejemplo de ello es que hace unos años cualquiera podía acceder a la Lista Nominal del Instituto Nacional Electoral que habían subido a la nube Amazon sin ningún tipo de candado, y esta información es la que ha servido para falsificar cientos y quizá miles de credenciales del INE.
También son muy comunes las filtraciones de bases de datos de colaboradores o exempleados de empresas e instituciones gubernamentales, que pueden terminar en manos de la competencia o de criminales que emplean el phishing (conjunto de técnicas que buscan ganarse la confianza de la víctima haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza, para manipularla y obtener información o presionarla a que realice acciones en su perjuicio).
Por eso de pronto te llega la llamada de determinada compañía telefónica con la que nunca has tenido relación, pero resulta que conoce tu nombre, tu dirección y tu número de teléfono. Encima de que utilizan tus datos y te contactan sin tu consentimiento, todavía te invita a dejar a tu telefónica actual y te unas a ella. O de un supuesto ejecutivo bancario que afirma que han detectado operaciones sospechosas en tu cuenta -después de mencionarte datos como tu nombre completo, dirección, fecha de nacimiento- y te pide que le proporciones el número de tu tarjeta, sino es que ya lo tienen, el Número de Identificación Personal (NIP) y el código de seguridad (CVV o CVC) con el pretexto de que necesita esos datos para poder ingresar al sistema y generar una alerta o descartarla, según sea el caso, cuando en realidad le estarías permitiendo el ingreso a tu cuenta para sustraer tu dinero.
Con el objetivo de prevenir y frenar este tipo de prácticas e ilícitos, en los últimos años han surgido en el país iniciativas aisladas para avanzar en la creación de identidades digitales. Sin embargo, son bases de datos que, por normativa, sólo tienen usos limitados y al final millones de interacciones y transacciones dentro del mundo digital siguen sin tener la protección necesaria.
“Es por ello que desde Biometría Aplicada, donde llevamos más de 20 años creando identidades digitales seguras, seguimos pugnando por que se desarrolle una base de datos nacional respaldada en biométricos, que pueda ser administrada y actualizada conforme a los nacimientos y las defunciones que se van presentando y que sirva para cotejar los registros de otras bases de datos, tanto públicas como privadas, para garantizar que eres único y que tú eres tú, tanto en el mundo real como en el mundo digital”, señala Adolfo Loera, presidente del Consejo de Administración de la compañía.
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La creación de identidades respaldadas en biométricos pondría a México a la vanguardia en el marco del desarrollo de la economía digital, una tendencia que se apoderará del mundo en los próximos años y que puede traer grandes beneficios a aquellos países que se preparen para adoptarla. Pero sobre todo, te garantizaría que nadie pueda pedir un crédito, hacer una compra online, crear una empresa fantasma u otro tipo de acciones en tu nombre, y que al fin seas único y seas tú en el mundo digital.
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Caso de robo de identidad
Juan Sánchez López* había estado ahorrando los últimos cinco años para comprar una casa y al fin había logrado reunir el monto del enganche. El siguiente paso para concretar su sueño era acudir al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) e iniciar el proceso para que le otorgaran un crédito y poder costear el resto del costo del inmueble.
Tras haber iniciado el trámite, Juan fue notificado que no podría ejercer su beneficio porque ya tenía un crédito en activo. De acuerdo con la información que le presentaron, una persona con su mismo nombre, fecha de nacimiento y Clave Única de Registro de Población (CURP) había solicitado un préstamo y lo había ejercido en el estado de Sonora, cuando Juan vivía en la Ciudad de México.
Juan tardó meses en poder demostrar que él no había solicitado el préstamo y durante la investigación se descubrió que se trataba de un caso de homonimia, es decir, que compartía el nombre y la fecha de nacimiento con otra persona, pero además había ocurrido un error “de dedo” cuando capturaron los datos del CURP y aunque pudieron determinar la validez del documento, éste pertenecía a otra persona y no hubo manera de que se identificara el error.
Aunque fue un proceso largo y molesto, a Juan “le salió barato”, ya que no se trató de un caso de robo de identidad, donde la situación se hubiera complicado aún más y donde al final se busca a un criminal como “aguja en un pajar” y, mientras lo encuentran, los afectados deben lidiar con las consecuencias.
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Este tipo de problemáticas podrían prevenirse si la autenticación del primer solicitante con el nombre de Juan Sánchez López se hubiera hecho a través de datos biométricos, es decir, que aunado a la validación de los datos biográficos -nombre, fecha y lugar de nacimiento, CURP y credencial de elector- se hubiera hecho un reconocimiento de huellas digitales, de rostro o de iris, para que en caso de existir algún error en la captura de la información, hubiera podido corregirse de inmediato.
*El nombre del afectado fue cambiado para proteger su identidad.