¿Cómo generar confianza en la digitalización del dinero? La biometría es la respuesta

En un mundo cada vez más computarizado, la digitalización del dinero era un paso lógico. Sin embargo, aún existen ciertas reservas o temores ante el uso de dinero digital y ni qué decir de las monedas virtuales como el bitcoin, que siguen trabajando en generar una infraestructura que desarrolle la confianza necesaria para respaldar su funcionamiento y consolidación.

Pagos digitales en México

Pese a esto, el dinero digital es ya una realidad y es utilizado de manera habitual por un amplio sector de la población, sobre todo a partir de la pandemia de covid-19. Los ejemplos más claros son los pagos que hacemos con tarjetas bancarias o mediante alguna aplicación móvil, como el caso de CoDi, la plataforma de cobros digitales que el Banco de México lanzó a finales de 2019.

Sin embargo, falta un camino por recorrer para que su uso sea generalizado. En México, el medio de pago más popular es el efectivo, que antes de la pandemia de covid-19 era de 93% y después del confinamiento disminuyó al 86%, de acuerdo con datos encontrados en una encuesta de Banxico sobre este tema.

Por otro lado, respecto de las monedas electrónicas o criptomonedas han existido iniciativas privadas y públicas para la digitalización del dinero. En el caso de las primeras tenemos los ejemplos del Bitcoin y Ethereum como los más populares y en las segundas se encuentran las monedas digitales emitidas por los bancos centrales de cada país (CBDC).

Ventajas de la digitalización del dinero

Utilizar o manejar dinero a través de internet tiene una serie de ventajas. Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el uso de monedas digitales públicas y privadas “pueden reducir el costo de hacer negocios, mejorar la productividad, la inclusión financiera y la integración del mercado”.

Lo cierto es que el avance paulatino hacia la digitalización del dinero ha permitido observar ciertos beneficios como:

  1. Reducción de costos por el manejo de efectivo, debido a que no hay necesidad de fabricación, almacenaje y manejo de billetes y monedas; se elimina también la inversión de tiempo en verificar la autenticidad del dinero físico, manipularlo, contarlo y entregar cambio en caso de ser necesario, ya que los sistemas de gestión de dinero electrónico se realizan de forma automática.
  2. Combate a la informalidad y las actividades ilícitas, gracias a que el dinero digital no es anónimo, por lo que permite darle mayor seguimiento para evitar fraudes o su utilización en actividades ilegales, así como evitar prácticas de lavado de dinero.
  3. Avanzar en la inclusión financiera, debido a que cada vez más personas conseguirán el acceso a productos financieros que satisfagan sus necesidades de crédito, ahorro, financiamiento o seguro por parte de instituciones reguladas, y mejorar así su calidad de vida.

 

Retos para la digitalización del dinero

Sin embargo, para avanzar hacia el uso generalizado del dinero digital es importante no perder de vista los retos que conlleva forjar las condiciones necesarias para su implementación:

  1. Involucramiento gubernamental, ya que, para el BID, son los gobiernos quienes deben garantizar el acceso a quienes no cuentan con los recursos, la educación o la confianza en las instituciones financieras.
  2. Acceso a nuevas tecnologías, sobre todo a dispositivos electrónicos e internet, porque de esta manera se podrá ingresar a las plataformas necesarias para el empleo de servicios financieros digitales. La buena noticia en México es que existe una alta penetración de la telefonía móvil: 88.2 millones de usuarios de teléfonos móviles, de los cuales, 91.8% es un smartphone, de acuerdo con cifras del INEGI.
  3. Educación tecnológica, ya que algunos sectores sociales o de edad avanzada aún no alcanzan los niveles necesarios para el manejo autónomo y seguro de las plataformas digitales.
  4. Ajuste de políticas y leyes regulatorias, porque si bien el uso de transacciones digitales en el sistema bancario mexicano ya cuenta con la regulación correspondiente, las criptomonedas o monedas digitales no está contemplado aún en nuestra legislación, por lo que será una de las tareas a implementar para regular su uso.

Sistemas biométricos como factor de confianza

Garantizar la seguridad de la información y de los recursos almacenados digitalmente mediante sistemas informáticos con tecnologías como la biométrica es uno de los métodos más certeros en la actualidad y pueden funcionar como ese factor de confianza que hace falta para dar mayor credibilidad a pagos digitales ante los usuarios en la actualidad y para el uso de criptomonedas en un futuro quizá no tan lejano.

La seguridad informática es una de las necesidades inaplazables para brindar a los usuarios ecosistemas interactivos ágiles y dinámicos, pero sobre todo para garantizar la seguridad y confianza mediante la protección o detección de acceso no autorizado de intrusos que pretenden hacer un uso ilegítimo de dicha información.

En este caso, el uso de sistemas biométricos para gestión de programas de apoyo social como ID Social, de Biometría Aplicada, ha representado un acierto como punto de partida para la implementación fructífera de este tipo de sistemas de seguridad y combate a fraudes entre el sector de la población que es beneficiaria para su identificación precisa y confiable.

Los pagos digitales avanzan en México como una señal positiva de la evolución en la gestión del dinero, que significa una serie de beneficios tanto para los usuarios como para la economía nacional. En ese sentido, el uso de sistemas biométricos, como una medida de seguridad, es una forma de abonar a la confianza que falta en sectores aún renuentes al uso de este tipo de tecnologías.