Bancos y afores, ejemplos de cómo enfrentar el robo de identidad con el uso de biométricos
Corría el año 2016 cuando la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) anunciaban el inicio de la integración de los datos biométricos de los ahorradores en las Afores (huellas digitales, voz y firma digital).
Con esta medida, no sólo se buscaba la modernización operativa del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), sino fortalece la verificación de la identidad de los trabajadores y los controles de seguridad al momento de realizar cualquier trámite relacionado con la cuenta de ahorro.
A junio de 2021, 29 millones de mexicanos contaban ya con su Expediente de Identificación Electrónico en el SAR, de los cuales 27 millones (93.1%) incluyen elementos biométricos, los cuales les han dado mayor seguridad en el manejo de la cuenta, agilizan los trámites para reducir la cantidad de documentos requeridos y facilita la validación de la información.
Además, son el principal requerimiento para que los trabajadores puedan hacer uso de la Afore Móvil, a través de la cual se realizan alrededor de 28 trámites, entre los que destacan el cambio de Afore sin que se requieran de un Folio de Consentimiento del Traspaso y retirar parcialmente recursos de la cuenta individual.
La Consar ha informado que, antes de que concluya la actual administración, se buscará que todos los trámites de las afores sean 100% digitales, por lo que próximamente entrará en operación un portal en Internet que permitirá hacer las mismas gestiones que hoy se realizan en la aplicación móvil.
Teniendo este antecedente y ante un repunte en los casos de fraude y robo de identidad, en 2017 se puso en marcha una legislación en el sector bancario que busca fortalecer los procedimientos y mecanismos que utilizan para identificar a sus clientes, a través del uso de reconocimiento de huella dactilar, aunque algunas instituciones han implementado también la autenticación facial y de voz como biometrías complementarias.
Desde 2019, las principales instituciones financieras ya aplican este tipo de controles, con un impacto positivo principalmente en la reducción de fraudes en el segmento del crédito, pero es un proceso que aún no concluye. A raíz de la pandemia, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) dio una prórroga a los bancos para concluir con la captura de datos biométricos de sus clientes y ésta venció en marzo pasado, por lo que ahora la autoridad iniciará con las verificaciones para constatar que los bancos están cumpliendo con la norma.
“Algunos bancos han manifestado que, con la pandemia de covid-19 y las medidas sanitarias que exigen un distanciamiento social, se ha complicado el proceso de captura de los biométricos de sus clientes. Lo curioso aquí es que la misma tecnología biométrica les ofrece una alternativa para resolver este problema, ya que el proceso de enrolamiento se puede hacer de manera segura y eficiente desde un celular y sin la necesidad de que el cliente vaya a una sucursal”, explica Adolfo Loera, presidente del Consejo de Administración de Biometría Aplicada.
“Los bancos están teniendo excelentes resultados en las prevención de fraudes y robo de identidad en el segmento del crédito, pero es necesario que lleven las bondades de la tecnología biométrica a otras partes de la operación, como son los retiros en ventanilla, los métodos de pago, banca por internet, aplicaciones móviles y, sobre todo, para impulsar el onboarding digital, que les permitirá ofrecer una oferta personalizada a sus clientes cautivos y, a la vez, seguir ampliando su cartera con la llegada de nuevos clientes”, agrega.
El experto también recalca la necesidad de cerrar las brechas de seguridad dentro del sistema financiero nacional para hacer un frente sólido al robo de identidad. “Hoy en día seguimos viendo oportunidades en sectores como las aseguradoras, las Fintech, las Sofomes, las plataformas de pago y los e-commerce para mejorar las interacciones digitales de sus usuarios. Los sectores que no implementen herramientas tecnológicas no sólo serán el blanco perfecto para los ciberdelincuentes, sino además corren el riesgo de perder clientes que migraran hacia opciones que les garanticen seguridad, agilidad y confianza en sus transacciones”, dijo.
Dentro de la oferta de soluciones de Biometría Aplicada dirigida a estos sectores se encuentran Autentidoc, un sistema que valida documentos oficiales, permite asegurar la identidad del portador del documento y reduce el riesgo de fraudes por creación de documentos falsos y suplantación de identidad.
También está EMI Plus, que permite la apertura remota de productos y servicios mediante la identificación y registro de clientes a través del uso de tecnología biométrica para reconocimiento óptico y facial, así como la captura de documentos de identificación oficial (onboarding digital).
Además de Identitum, una plataforma de fácil integración que identifica y autentica datos biométricos como huella, rostro, iris y voz, y permite la gestión de la identidad digital reduciendo costos, tiempos e incrementos en la productividad.